De interés

12 septiembre 2017

Socarrat a la chicharrera



Socarrat a la chicharrera - Dailos Pérez González // CanariasCreativa.com

 

Dailos Pérez González reside actualmente en Valencia, pero vio sus primeras luces en Tenerife (La Guancha). Su trabajo de diseño habla por si mismo: calidad, cuidado al detalle y mimo en los materiales.

 
Buenos días, Dailos, y gracias por apuntarte a esta entrevista. ¿Quién es Dailos Pérez y a qué se dedica profesionalmente?
 
Soy natural de La Guancha, en el norte de Tenerife, y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna. Desde 2009 resido en Valencia, donde finalicé mis estudios en el Master en Diseño e Ilustración en la Universidad Politécnica de Valencia. En estos 4 años he desarrollado mi labor principalmente como director de arte y diseñador en el estudio Culdesac™, donde me he especializado en las disciplinas branding y packaging. Ahora desarrollo mi trabajo como director de arte y diseñador UI para la plataforma deportiva Sportmaniacs®.
 
Tu formación comienza en Bellas Artes en la ULL. ¿Qué te decide a cursarla y cómo articula las premisas del profesional que ahora eres?
 
Desde muy pequeño siempre ocupaba mi tiempo intentando plasmar mis ideas sobre un papel. Como practicaba baloncesto me gustaba imaginar como podrían ser las próximas Air Jordan o como podría ser la próxima equipación de mi club favorito. El caso es que no paraba de dibujar y en casa aún tengo decenas de cajas de zapatillas llenas de dibujos. Cuando tuve la oportunidad cursé clases de pintura, donde empecé a soltarme con pinceles y carboncillos. Más tarde comienzan a llegar a mis manos algunos concurso de logos para algún que otro ayuntamiento. Cuando llegó el momento de elegir estudios no elegí matricularme en Bellas Artes, sino en Arquitectura Técnica (2001). Tras tres años en la facultad decido cambiar para esta vez, encauzar mi rumbo a lo que siempre había quise hacer. Con la experiencia ganada de mi paso por Arquitectura Técnica, me matriculo en Bellas Artes con la intención de especializarme en diseño gráfico. Quería aprender de verdad como era aquello de diseñar marcas y logos. Para mi el paso por tanto por Bellas Artes como por Arquitectura Técnica fue muy importante, ya que me ha aportado una cantidad de recursos y posibilidades enorme, que enriquecen mucho mi trabajo dándome un gran abanico de posibilidades a la hora de desarrollar cada proyecto tanto en los aspectos creativos como técnicos.
 
Y llega la emigración. En 2009 viajas a Valencia y continuas tus estudios en la Universidad Politécnica de Valencia hasta realizar el Master en Diseño e Ilustración. ¿Qué te faltaba en Tenerife que buscabas allí?
 
En La Laguna aprendí muchísimo, siempre admiraré a todos los profesores con los que tuve la suerte de cruzarme y tengo muy buen recuerdo. Quizás el motivo que me llevo a cambiar de facultad fue buscar un cambio de registro, en la facultad estaba muy enfocado a lado técnico y tal vez necesitaba compensar esa parte de creatividad en los proyectos. A parte de eso, por el mero hecho de cambiar de ciudad ya era importante. Recibir nuevas influencias, estar al lado de Madrid o Barcelona hacían de Valencia un destino muy interesante. También a nivel profesional, la idea de poder optar de manera más rápida a un puesto de trabajo en ciudades como Barcelona y Madrid era muy importante par mi.
 
¿Y qué te aporta profesionalmente ese paso formativo por Valencia?
 
En Valencia termine de cerrar el círculo, la formación técnica que recibí en La Laguna me hizo tener una base muy sólida en cuanto a los procesos, metodología y cultura del diseño. En Valencia pude desarrollar un flujo muy alto de proyectos de corte más creativo, que llegaron incluso a vincularse en muchos casos con la ilustración. Poco después en el Master en Diseño e Ilustración de la UPV tuve la oportunidad de trabajar junto a profesores que tenían una gran vinculación con el sector profesional como Nacho Lavernia, Isidro Ferrer o Raquel Pelta, y pude desarrollar muchos proyectos enfocados a casos reales, con lo que esto significa a nivel experiencia previa a entrar en un estudio o agencia. A partir del master también comencé a conectar realmente con la cultura y la red de los estudios de diseño y agencias. Profesionalmente creo que Valencia, en ese momento tenia muchas más oportunidades que Canarias.
 
Aún en tu época de estudiante, en 2013, te alzas con un Bronce Laus categoría Estudiantes con la Campaña 2012 - 2013: BOOM! Activa tus ideas! ¿Cómo se recibe este espaldarazo? ¿Es más un reconocimiento al trabajo pasado o una responsabilidad para el trabajo futuro?
 
La campaña para el MDI fue el proyecto de final de mi beca de especialización junto a mi compañera Alicia Raya. Fue un proyecto en el que se colaboró con mucha gente, desde profesores hasta alumnos del propio master. La experiencia de participar en unos premios de diseño como los Laus siempre es enriquecedor, para nosotros la idea de presentar un proyecto que había salido de todos era muy importante, y es un buen reconocimiento al trabajo del equipo de todo un año. Por otro lado, creo que la responsabilidad siempre va a ir aumento y que tiene que ver más con el compromiso con el propio proyecto que con los premios. Al final un premio no es más que otra manera de poder promocionar un proyecto y que este alcance cierta notoriedad. 
 
Hablemos de tu trabajo. ¿Cómo podrías definirlo?
 
Diría que busco que gráficamente sean sutiles pero con mucha fuerza, que sean un golpe de efecto y que el observador no quede indiferente, a veces arriesgando y llevando el proyecto al límite gráfico. También refinado y detallista en muchos casos. 
 
¿Y a ti como profesional del diseño? ¿Cómo te definirías?
 
Me defino como un profesional muy comprometido con el proyecto, que siempre intenta dar lo mejor de si para con el producto y que su único fin es poner en valor de la mejor manera posible la historia hay detrás cada proyecto. 
 
Con una amplia experiencia laboral en tus alforjas (CuldeSac, SportManiacs….) ¿cómo ve el Dailos actual al chico que empezó a estudiar diseño? ¿Cuánto ha evolucionado?
 
He crecido muchísimo, trabajar en CuldeSac™ con tantos buenos profesionales de distintas disciplinas enriquece mucho tu trabajo y hace que evoluciones muy rápido. La oportunidad de realizar proyectos interdisciplinares hace que tengas que estar un poco en todo y decidiendo con profesionales de otras disciplinas y eso siempre fue muy divertido. El flujo de trabajo era muy alto, aprendes a adaptarte y solucionar muy rápido las situaciones, te vuelves algo más pragmático. Ahora he cambiado de registro y en una plataforma digital como Sportmaniacs® estoy aprendiendo mucho del proceso de desarrollo de un producto digital y de como trabajar con desarrolladores.
 
¿Cómo es el panorama del diseño en la tierra valenciana?
 
El panorama del diseño en Valencia ahora mismo esta un poco como en el resto de España, con la crisis la demanda de diseño bajó bastante pero últimamente esta resurgiendo. Las empresas están volviendo a interesarse por invertir en diseño y el auge de las empresas tecnológicas tiene mucha culpa.
 
También las instituciones están apostando por comunicar de una manera profesional y se esta notando mucho el cambio. Lo cual es muy importante para una ciudad como Valencia que debería que ser un referente del diseño junto a Madrid o Barcelona. Además, contar con un colectivo como ADCV ayuda un poco más a que la cultura del diseño cale en la ciudad fomentando que surjan eventos y actividades alrededor del sector.
 
¿Qué te aporta la cultura visual valenciana en la actualidad?
 
Pues mucho, la verdad. La cultura visual valenciana es muy rica, desde la gráfica tradicional vinculada a la cartelería de ferias y eventos de principios de siglo, pasando por la gráfica de los 30 vinculada a la república que sigue muy arraigada en la ciudad, hasta la gráfica más experimental que surgió en los ochenta con colectivos de diseñadores como La Nave. Si es verdad que la cultura visual valenciana es bastante diferente a la que podemos encontrar en las islas, la influencia mediterránea aporta al diseño ciertos matices que lo hacen ser muchas veces más cálido, luminoso y fresco.
 
Por otro lado, si hablamos de los que se refiere a la propia ciudad, me he enganchado a hacer safaris para descubrir la rotulación tradicional, sobre todo la que tiene que ver con el modernismo valenciano. Llegar a una ciudad nueva es algo apasionante para el que le gusta la tipografía, aun hoy después de casi siete años sigo descubriendo rincones y letreros. También la arquitectura modernista tiene un papel importante en valencia. Los edificios de Demetrio Ribes como la Estación del Norte o Vicente Ferrer, con sus casas de influencia vienesa de Eixample Valenciano son una referencia continua. Cada día encuentro hay algo nuevo y es muy inspirador para mi. 
 
Desde la lejanía que los kilómetros te confieren, ¿cómo ves el escenario del diseño actual en las islas? Me consta que sigues muy en contacto. 
 
Lo que me llega y veo cuando estoy por la isla, la verdad me ilusiona mucho. Se está haciendo muy buen trabajo desde la asociación de diseñadores Di-Ca con eventos como la TDW, etc. El diseño empieza a estar algo más presente socialmente y hay empresas que empiezan a tenerlo cada vez más en consideración, sobre todo con la necesidad de abrir nuevos mercados y aportar más valor a sus productos.
 
¿Crees que, para los diseñadores, hay grandes diferencias entre el mercado valenciano y el insular?
 
Por supuesto, hay muchas diferencia principalmente porque Valencia no es solo Valencia, es Alicante, Castellón, Madrid, Barcelona, etc. Desde aqui todo está más cerca. Desde mi experiencia en agencia, el negocio real esta en las capitales y más aún en la situación económica en la que estamos inmersos. Creo que ayuda mucho estar a unos kilómetros de Madrid o Barcelona. Eso si, al final desde la red puedes trabajar para cualquier sitio, hacia Europa o hacia las islas aunque depende del proyecto y la dimensión. Cuanto mayor es el proyecto, mayor es la necesidad de estar al lado del cliente. 
 
Debido a la amplitud de tu trabajo  sé que es difícil responder a esta pregunta pero, hablemos un poco de proceso. ¿Cómo es tu proceso habitual a la hora de afrontar un nuevo proyecto?
 
Bueno he de decir que cada proyecto es distinto y va cambiando. De normal sigo un proceso en el que lo primero es la información, no hay nada que hacer sin una buena documentación. Luego dependiendo del proyecto, planteo una estrategia ya sea de posicionamiento de marca, arquitectura de producto, etc. Hasta que no se cierra esta fase, intento no comenzar a diseñar. Es verdad que hay proyectos que no demandan estas fases y casi que vamos directamente a la creatividad pero creo que la fase previa es importantísima para plantear un buen diseño, alineado con el producto y lo que se espera de él en el mercado. Luego es echar horas, madurar, madurar y hay un momento en el que lo ves cerrado. A partir de aqui desarrollar todo lo que se necesite. 
 
 
Muchos de tus trabajos llaman poderosamente la atención, pero tu diseño de packaging de vinos parece protagonizar un capítulo propio. Ignios Orígenes  y Llanos Negros son claro ejemplo. Llanos Negros está teniendo actualmente muchísima repercusión en las redes especializadas, como el que tuvo Ignios Orígenes en su momento. ¿A qué se debe esa vinculación tan especial al mundo del vino? ¿Qué diferencia el diseño vinícola de otros?
 
Bueno en realidad le debo mucho al mundo del vino, vengo de familia bodeguera y siempre he estado entre barricas. Recuerdo visitar mi primera imprenta cuando tenia unos 16 años con mi padre cuando íbamos a pedir etiquetas. Luego comencé a diseñar alguna etiqueta para la bodega y eso fue lo que me hizo sumergirme en este mundo. Más tarde, mi hermano creo en 2011 el proyecto Ignios Orígenes, en el que estoy muy involucrado, y este me ha llevado a poder tener otros encargos para el sector del vino como el de Llanos Negros. Al final es un sector al que siempre he estado ligado y eso me permite enfocar de una manera más profunda los proyectos y así poder establecer con el cliente un dialogo mucho más fluido.
 
Para mí los proyectos vitivinícolas son diferentes por que hay una relación muy fuerte entre el elaborador, el producto y su imagen. Estos proyectos te dan la oportunidad de de aprender mucho del proceso que ha llevado el producto y te permite tratar el diseño de una manera muy parecida a como se ha elaborado el vino, con paciencia y dedicándole tiempo a los detalles.
 
En 2015 recibes el reconocimiento a tu trabajo en los Premios Canarias de Diseño, con un Bronce en la Categoría de Packaging. ¿Cómo se lleva el reconocimiento de compañeros de profesión?
 
Muy contento, siempre ayuda ver que tu trabajo funciona y la gente lo valora. Al final los premios son un buen termómetro de cara al impacto que causa el producto en el mercado.  
 
¿Crees que el empresariado español ya entiende el diseño como un factor de innovación de su propio producto?
 
La verdad es que con la experiencia que he tenido creo que, en general, falta mucho. Aun muchas empresas no ven al 100% que valor real puede aportar la creatividad en los puntos de contacto o estrategia de su marca o producto. Si es verdad que las empresas más grandes que disponen de equipos de marketing lo han ido asumiendo mucho más pero muchas PYMES creo que aún no ven el buen diseño como una parte importante de su producto y que le va a ayudar a posicionarse en el mercado y contar de la mejor manera su historia. Más bien creo que en ocasiones se entiende como algo de lo que posiblemente se pueda prescindir. Eso si, al final cuando muchas empresas salen con sus productos o servicios a mercados más exigentes la cosa cambia y empiezan a darse cuenta que fuera las empresas lo asumen de una manera natural e incluso indispensable, y entienden que si necesitan posicionar un buen producto o servicio, necesitan una experiencia 360º que incluya al diseño y la estrategia. 
 
¿Debo hacer excepción con el mercado canario o piensas igual?
 
En Canarias sucede algo parecido, en general no hay demasiadas empresas que apuesten por el diseño como un valor. Pero si es verdad que tenemos muy buenos productos en algunos sectores que tarde o temprano demandarán estrategias de diseño para poder abrirse camino en nuevos mercados. 
 
No ignoro tu trabajo tipográfico, ni el editorial. ¿Con qué tipo de trabajo te sientes más cómodo?
 
Para mi el proyecto ideal es el packaging porque me permite todo un poco. Puedo plantear una marca, diseñar su la tipografía, trabajar con fotografía o ilustración, maquetar y jerarquizar información, lo tiene todo. Si que es verdad que últimamente, con la necesidad de aportar valor a las marcas que diseño apuesto por trabajar mucho el aspecto tipográfico y muchas veces desarrollo tipografías ad-hoc para marcas. De ahí que mi trabajo esté dando un pequeño giro hacia el dibujo de tipografías y tal vez me atreva en algún momento con alfabetos. Pero bueno al final el packaging es mi preferido.
 
Hablemos de referencias. En tu pinterest podemos conocer muchas de ellas, pero ¿qué grandes referentes crees que marcan tu trabajo?
 
Para mi hay dos grandes referentes en mi carrera y culpables en cierta medida de que me dedique al diseño, que son Pati Nuñez e Isidro Ferrer. Luego a medida que fui introduciéndome en el campo, he ido descubriendo otros como Paul Rand, Massimo Vignielli u Olt Aicher, por aquello de la identidad corporativa. Ahora mismo me fijo mucho en lo que hace Michael Beirut y Paula Scher en Pentagram, o agencias y estudios como Wolf Ollins, BVD, Moruba o Design Bridge. Hace algunos años viaje varias veces a Helsinki y descubrí algunos como Linda Linko o Inka Järvinen que me encantan a nivel más experimentales y quizás más vinculados con el arte. Y por último Cesar Manrique, por llevar el diseño a un nivel de compromiso muy alto. 
 
Hace algunos años oí a un diseñador en MADinSpain decir que Internet estaba matando la inspiración por la nula capacidad de filtrado en base a la calidad de los trabajos que se muestran. Lo decía en cuanto a que la cantidad de “me gusta” o “pin” que tenían muchos trabajos le hacían un flaco favor a la profesión. La inmediatez de resultados sin filtro previo era abrumadora y no enriquecía realmente las referencias que se buscaban. Y no pude estar más de acuerdo. ¿Qué opinas al respecto? 
 
Creo que tiene toda la razón, pero esto es una cuestión que depende de cada uno. De la cultura visual que atesore cada persona y la capacidad para ser critico frente a los que se nos muestra. El principal problema no se si es el filtro o que al final todos recurrimos a los mismos inputs. De esta manera se estandariza la inspiración, vemos lo que todo el mundo ve. Y si ves lo mismo que una persona en NY las conclusiones gráficas serán prácticamente las mismas. Eso también tiene que ver con las modas impuestas, estandarizadas y que acaban siendo soluciones inspiradas en otras soluciones que al cambiar de contextos pierden sentido. Creo que sobre lo que realmente hay que reflexionar es sobre la necesidad de tener que recurrir constantemente a paneles de inspiración prácticamente prediseñados para poder encontrar soluciones. 
 
Y cuenta de ello, ¿qué es la inspiración?
 
Trabajo, trabajo y más trabajo. Si trabajas con un método y le dedicas tiempo la inspiración llega. Y claro está, ir siempre preparado para encontrarla en cualquier aspecto de la vida cotidiana.
 
Vayamos con el test rápido, que demasiado te he entretenido ya. Respuestas concisas a preguntas directas. ¿Bocetos a mano alzada o directo al digital?
 
Según el tipo de tarea pero de normal siempre prefiero ir rápido con el lápiz, te permite simplificar, ir a la esencia. Si en papel no funciona dale una vuelta a la idea.
 
¿Tinta plana o a todo color?
 
Tintas planas.
 
Un color/tinta y por qué.
 
3125 C por ejemplo, siempre he tenido preferencia por colores que se asocien a la innovación, ácidos, como artificiales, como de otro planeta. 
 
Una tipografía fetiche y por qué.
 
Es muy difícil para alguien al que le gusta tanto la tipografía decidirse por una, pero me ha gustado siempre mucho “Alright Sans”. Palo seco, equilibrada, muchos pesos y una a minúscula preciosa.
 
Un profesor que haya marcado tu carrera.
 
Hay varios, Cristóbal Ruiz y Alfonso Ruiz por La Laguna y Geles Mit por Valencia
 
Una cita que creas que te defina.
 
Less is more” o “Simplify to Clarify” by BVD
 
Un defecto tuyo a corregir.
 
En ocasiones ser más flexible y adaptarme.
 
¿Impresión digital o tradicional?
 
Tradicional
 
Un libro que todo el que se quiera dedicar al diseño debería leer.
 
Cualquiera que no sea de diseño. De los últimos que he podido leer, “Diseñador/ciudadano” de Milton Glacer y uno que me gustó mucho y he vuelto a releer "Los tiempos hipermodernos" de Gilles Lipovetsky
 
¿Banda sonora para trabajar?
 
The XX, Arcade Fire, We Habe Band, Moderat, The Field, Viola Martinson… siempre con bases electrónicas.
 
¿Y al final del curro?
 
Pues un poco lo mismo, algo de Indie o Electrónica aunque me adapto. 
 
Si volvieras a las aulas, ahora para impartir docencia: ¿qué consejo darías a los estudiantes?
 
Viajar todo lo que se pueda, observar mucho, leer de todo… lo demás se aprende en dos días.
 
Video kill the radio stars. ¿Y quién mató al diseñador?
 
EL DEADLINE.
 
¿El cliente siempre tiene la razón?
 
No.
 
¿Y el diseñador?
 
Tampoco.
 
Define qué es diseño.
 
Pensar, organizar, jerarquizar información, proyectar,... 
 
Por mi parte, todo está dicho. ¿Hay algo que quieras añadir que no haya citado?
 
Nada, solo que darte las gracias por la oportunidad y mucha suerte con esta estupenda publicación.
 
Muchísimas gracias, pues, por esta entrevista. ¡¡Nos vemos en la andadura!!
 
 
 

 

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