“La verdad desnuda”, el cuerpo  humano sin PhotoShop

 

En un momento en que la imagen visual ha cobrado vital importancia, ahora cuando las redes sociales nos muestran personas estéticamente intachables gracias a elaborados filtros de procesado de la imagen, una exposición fotográfica desafía nuestras retinas y nos insta a que seamos capaces de reconocernos sin retoques, tal como somos.

 

Así es “La verdad desnuda” el trabajo que durante dos años ha venido realizando el fotógrafo canario (Las Palmas de Gran Canaria 1967) Jose Tándem después de mucho tiempo trabajando elaboradas imágenes de moda y publicidad llenas de cuerpos pretendidamente perfectos, estrechas cinturas, largas piernas y nada de marcas en la piel, celulitis y demás.

 

El proyecto resultó elegido para la Bienal de Fotografía de Tenerife con una gran acogida entre decenas de proyectos de diferentes países y cuenta en las redes con referencias nacionales e internacionales de movimientos que apoyan el cuerpo real como una parte de la necesaria aceptación del tal como somos.

 

“En estos tiempos”, indica Tándem, “todos sabemos que las fotografias de una portada de moda, por ejemplo, está absolutamente retocada en la mayor parte de los casos. Sabemos que esa persona que se nos muestra no es real sino que ha sido procesada por medios técnicos que son capaces de modificar cualquier cosa. Aún así seguimos persiguiendo ser como esa persona ideal pese a que somos conscientes que no existe. Evidentemente, nunca lo conseguimos y en algunos casos, mucho más en las personas más jóvenes, el no llegar a ese ideal causa una frustración que puede derivar en otras muchas cosas”.

 

Cuerpos normales que marcan la evolución del tiempo con sus arrugas, sus estrías, sus cicatrices de la vida. Cuerpos tatuados, con sobrepeso, operados para modificar lo que a Naturaleza les negó, cuerpos que muestran cambios de género a medio operar, cuerpos de madres gestantes o de personas muy delgadas o cuerpos de década en década desde los 18 hasta los 72 años. Así de variado, como la vida misma, es el paisaje humano que nos presenta “La verdad desnuda.

 

“Mi idea es que todo el mundo encuentre en esta muestra un cuerpo como el suyo y que vayamos perdiendo el miedo a la dictadura del photoshop cuyo uso me parece ideal cuando lo que trata no es de cambiar a la persona hasta convertirla en una desconocida. Todo este tipo de excesos está teniendo también su respuesta entre famosos y habituales de las revistas”, expone el autor.

 

Una de las modelos del proyecto lo definió como “la elaboración de un mapa del cuerpo humano” y así lo evidencia el tríptico de tres metros compuesto por 270 fotografías de todos los cuerpos que pasaron por el estudio del fotógrafo. Pero la muestra cuenta igualmente con un alto componente social. “Cuando la cámara te da la posibilidad de mostrar un montón de aspectos del ser humano que generalmente son tabú, como la mujer que ha pasado por un cáncer de mama y lleva en su cicatriz todo un debate sobre la femineidad que los hombres no llegamos a comprender. O cuando un transexual te cuenta y puedes observar que efectivamente ha nacido en el cuerpo equivocado y te imaginas el duro proceso de aceptarse a si mismo o cuando una persona te muestra todo eso que esconde por miedo a un rechazo porque no es consciente de que finalmente todos somos iguales, es cuando notas que el trabajo ha merecido la pena”.

 

“La verdad desnuda”, el mapa del cuerpo humano que realmente somos, estará abierta para todos los públicos con sus imágenes de cuerpos sin ropa lejos del sensacionalismo. Una oferta que no dejará indiferente a nadie.